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ANCHO DE VÍA


No me convencen las razones técnico-orográficas que se solían aducir para justificar que un mayor ancho de vía podía propiciar una mayor producción de vapor en la locomotora, aunque sí es cierto que habría de mejorar la estabilidad del convoy.

     Siempre me enseñaron que España y Suiza eran los países europeos con orografía más abrupta, cosa que después he visto ser sólo una verdad a medias: si juntamos todas nuestras montañas mayores podremos llegar a una superficie incluso mayor que la de Suiza, aunque de menor altura media; esto no desmiente la mitad de la verdad porque los trenes suizos tampoco circulan por la cuerda del Mont Blanc.

     La otra mitad nos recuerda lo que no tiene Suiza: En España hay muy extensas llanuras. De todo esto se desprende que la planificación del diseño ferroviario español debería haber atendido a la mayoría de nuestra orografía, la de la llanura con una reserva de encuarte para los trayectos más pendientes que exigieran ese recurso.

     Sin embargo Suiza ha tenido siempre un ancho de vía de 1.435 mm (sistema métrico UIC), igual que Francia e Inglaterra, frente a nuestros 1.668 mm. Esto último significaría que nuestros trenes, según la justificación que se da para nuestro ancho de vía, en llano irían sobrados de potencia y velocidad, y en fuertes pendientes aceptablemente justos.

     Cuando España decidió su ancho de vía las locomotoras debían de tener calderas del diámetro máximo que permitía dicho ancho de vía. Se ve que al crecer las exigencias del transporte, las calderas de las locomotoras crecieron en longitud ya que no podían crecer en anchura. Así se llegó a las famosas Santa fe que a mi me fascinaban en mi juventud por su impresionante poderío y misteriosa apariencia, sobre todo si se veían venir de noche.

     Las Santa fe llegaron a tener cinco ejes motrices, seguramente al límite que permitían los radios de curvatura de la vía (las locomotoras de vapor articuladas resultaban problemáticas). Las Santa fe debían de ser, por tanto, el no va más de potencia y velocidad.

     Pero mi experiencia es esta otra. En el año 1955 hice el primer viaje en tren a Inglaterra (ferry incluido para cruzar el Canal de la Mancha) con propulsión tanto en España (locomotora Santa Fe) como en Francia e Inglaterra, por locomotoras de vapor. Mi recuerdo de aquel viaje (Madrid, Hendaya, París, Dieppe, Nwehaven, Londres, Liverpool) es la sorpresa que me llevé al ver lo veloces que eran los trenes extranjeros en comparación con los nuestros, a pesar que el ancho de vía de aquellos era de sólo 1.435 mm (esta observación la hago ahora; no se me ocurrió entonces).

     Después, ya viviendo en Inglaterra, como los trenes me han interesado siempre (tengo ahora un recuerdo especial para el museo del ferrocarril de York), cuando salía a pasear por el campo me gustaba pararme a verlos pasar a su gran velocidad: era normal que coincidiera con niños apostados en el talud de la vía apuntando apresuradamente en una libreta el número de la locomotora que pasaba arrastrando veloz su tren.

     Sólo quiero añadir que el ancho de 1.435 es el incorporado en España para sus modernas líneas de Alta Velocidad, y que parece confirmarse como leyenda urbana lo de que los anchos de vía de España y Rusia se apartaron de esos 1.435 mm internacionales para dificultar futuras invasiones como las respectivas sufridas en las guerras napoleónicas.

     Otras dos cosas me resultan claras: la genialidad de la solución Talgo para adaptar sus trenes a distintos anchos de vía, y mi ignorancia de cómo se resuelve esto en el caso del supertren de mercancías que une China con Madrid (más de 13.000 Km de recorrido) pasando por países de variados anchos de vía: China (1.435), Kazajistán (1.520), Rusia (1.520), Bielorrusia (1.435), Polonia (1.520), Alemania (1.435), Francia (1.435) y España (1.668).

     Los trenes, incluidas sus locomotoras, deben poder hacer frente a esta circunstancia, teniendo en cuenta, además, que pueda haber trazados electrificados y sin electrificar. Anotaré un simpático error (¿o tal vez no lo fue?) a la llegada del tren chino a Madrid. No sé si se trata de un lapsus cálami del traductor o del periodista, o fue simplemente un error de una de las autoridades que habló con ocasión del acontecimiento. Se refirió al tren de mercancías en cuestión como el tren de cercanías (con sus cansados 13.000 Km sobre sus ejes) … No sé si tal vez quería sugerir que un tren así era capaz de acercar China a España …