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SOROS


Título: George Soros, LA ÚLTIMA APUESTA.

Autor: Michael Steinberger.

Edición: Entrevista a Soros publicada en XL Semanal del diario ABC  (4-10 / noviembre 2018).




Sin sangría, lo que yo digo; con sangría mínima, lo que dice el periodista; con sangría máxima, lo que dice Soros. Y todo ello, a saltos.


Como hay que suponer que lo que dice el periodista está avalado por Soros, porque en caso contrario éste no habría permitido la publicación, los dos sangrados tienen igual validez.

Karl Popper se equivocaba en algo fundamental. En una democracia la política no es el intento de llegar a la verdad; lo que importa es obtener y mantener el poder, y manipular a la opinión pública para conseguirlo.

Popper era un filósofo de la ciencia, y la ciencia es el intento de averiguar la realidad de las cosas … Siempre me apoyó, a su manera, sin tomarse mis iniciativas en serio. Creo que no le gustaría saber que hoy estoy en desacuerdo con él.

(Soros) ha decidido dedicar el tiempo que le queda y su inmensa fortuna a luchar por la supervivencia de la democracia liberal.

Así que ya sabemos quien es el personaje con el que nos estamos jugando los cuartos. Cuando Soros afirma que hoy está en desacuerdo con Popper, hay que pensar que está de acuerdo con lo subrayado en boca del periodosta.

No le resulta fácil digerir que se ha convertido en el enemigo público número uno para tantas personas del mundo entero.

No me gusta tener tantos enemigos. Ojalá contara con más amigos.

Voy a intentar tranquilizar al pobre Soros (no tomar este adjetivo en su sentido estricto) ya que sus amigos son incontables: Fíjense  en lo que dice el DRAE para definir la palabra manipular del subrayado anterior:


3. tr. Intervenir con medios hábiles y, a veces, arteros, en la política, en el mercado, en la información, etc., con distorsión de la verdad o la justicia, y al servicio de intereses particulares.


Por lo que estamos viendo, todos los políticos, con las escasas excepciones que se quiera, tienen como lema lo subrayado, aunque no lo digan (pero la gente lo sabe porque ya lo ha experimentado). Como además y una vez elegidos, se proclaman portavoces de todos los ciudadanos, dan a entender, contundentemente, que éstos están de acuerdo con lo subrayado.


Dirán que su actividad política no está al servicio de intereses particulares, sino del interés general. Pero nótese que la Real Academia está vigilante y como no se lo cree, añade lo de “distorsión de la verdad”.

El dinero para mí representa libertad, y no poder.

Durante mucho tiempo, el dinero le proporcionó la libertad necesaria para hacer y decir lo que le venía en gana.

O sea, que para Soros, el dinero sí significa poder: poder hacer lo que le de la gana. Este juego de palabras es el mismo que maneja la izquierda cuando trata del empoderamiento al que tiene derecho la gente: derecho a ser poderoso o fuerte un individuo o grupo social desfavorecido (DRAE).


Naturalmente, como ni todos los individuos ni todos los grupos sociales pueden ser poderosos (habría choques entre ellos), habrá que aceptar que el empoderamiento debe pasar a manos de los empoderadores que manejan el cotarro (y volvemos al subrayado).