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QUIÉN hay detrás

QUÉ hay detrás

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Bloques de RUFRONIS de a diez:


Dime con quien andas: buena sombra le cobija.

Al mal tiempo, te diré quien eres.

Más vale pájaro en mano, que la de la misma madera.

En abril, a la cara le cae.

Quien a buen árbol se arrima, busca la sombra el perro.

De padres cojos, buena cara.

En enero, mal acaba.

Quien mal anda, hijos bailarines.

Quien al cielo escupe, aguas mil.

No hay peor cuña que ciento volando.


A perro flaco, pared de cal y canto.

Ríe bien, que todos son de la misma condición.

Piensa el ladrón: no mama.

Dos que duermen en el mismo colchón, todo son pulgas.

Entre santa y santo, el que ríe el último.

Quien hambre tiene, en el arca se vende.

Quien guarda, todo es mohína.

El buen paño con pan sueña.

El que no llora, halla.

Donde no hay harina, se vuelven de la misma condición.


Hágase el milagro hasta empezar.

De tal palo, mojado se levanta.

El comer y el rascar, hágalo el diablo.

Nunca llueve tal astilla.

A caballo regalado Dios le ayuda.

Nunca digas echa las tuyas a remojar.

Quien con niños se acuesta se come al chico.

Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, no le mires el diente.

El pez gordo, a gusto de todos.

Al que madruga: De este agua no beberé.


Perro ladrador, con sangre entra.

No se puede estar en misa, y el vivo al bollo.

Quien mucho abarca, son menos.

De grandes cenas, grandes remedios.

La letra no pica.

Con la ayuda del vecino, poco aprieta.

Sarna con gusto, mató mi padre el gorrino.

A grandes males, poco mordedor.

El muerto al hoyo: están las sepulturas llenas.

Los duelos con pan, y repicando.


Haz bien y ríase la gente.

Detrás vendrá año de bienes.

Ande yo caliente y no mires a quien.

El ojo del amo desespera.

En casa del herrero engorda el caballo.

Al que come y canta, cuchillo de palo.

Por la boca la cigüeña verás.

Año de nieves, muere el pez.

Por San Blas, quien bueno me hará.

Quien espera, un sentido le falta.


El que a hierro mata, cañazo.

Marzo ventoso y abril lluvioso, con pocas palabras basta.

Al ave de paso, cebada al rabo.

Al buen entendedor le llega su San Martín.

A burro muerto, puente de plata.

A cada cerdo, buenas son tortas.

A Dios rogando, sacan a mayo florido y hermoso.

A enemigo que huye ahorcan.

A falta de pan, a hierro muere.

A la fuerza, y con el mazo dando.


A la vejez, en la cama estés.

A las 10, pecho.

A la tercera, viruelas.

A lo hecho va la vencida.

Quien no tiene cabeza, oídos sordos.

A otro perro no entran moscas.

A palabras necias con ese hueso.

Pan para hoy: algo traga.

En boca cerrada, hambre para mañana.

Administrador que administra y enjuagador que enjuaga, ha de tener pies.


A quien Dios se la dé, consuelo de tontos.           

Si no quieres caldo, dicen las verdades.          

¡A buenas horas la virtud de no dar!               

Cada uno en su casa, mangasverdes!               

Sabe mas el tonto en su casa que taza y media.     

Mal de muchos y Dios en la de todos.

Al vicio de pedir, San Pedro se la bendiga.

Antes se coge a un mentiroso que el listo en la ajena.     

La pereza es la madre de un cojo.

Los locos y los niños, de la pobreza.

A quien Dios no le dio hijos, ganancia de pescadores.          

Agua que no has de beber no mueve molino.

Al que de ajeno se viste, las toman.

A rey muerto, el diablo le da sobrinos.                    

A río revuelto, en la calle lo desnudan.

Donde las dan, haz lo que vieres.

Afortunado en el juego, echa un borrón!                    

Agua pasada déjala correr.                              

El mejor escribano, rey puesto.

Al país que fueres, desgraciado en amores.


Cuando el Diablo no tiene qué hacer, siempre parece novilla.          

Antes se llena el papo que por bien no venga.                    

Aunque la mona se vista de seda, a la cazuela.                    

Ave que vuela, con el rabo mata moscas.

Bien predica quien mona se queda.                              

Las palabras se las lleva el ojo.                               

No hay mal que bien vive.

Lo bueno si breve: el viento.                              

Burro grande, dos veces bueno                     

La vaca pequeña, ande o no ande.


Mucho ruido con su pareja.                                   

En agosto nunca hicieron mal a nadie.                         

Poderoso caballero es donde le aprieta el zapato.                    

Cada oveja se saca el ovillo.

La desconfianza y el caldo de gallina, a su olivo.

Cada mochuelo, frío en el rostro.

Cada uno cuenta de la feria: nunca hizo mal a nadie.

Por el hilo, y pocas nueces.

Cada uno sabe: don dinero!

La sopa es como Dios: según le va en ella.

 


Calumnia no muele molino.                         

Camarón que se duerme, las penas espanta.                    

Quien canta tiene su librillo.

Casa con dos puertas, busca compañía.                         

Cada loco se lo lleva la corriente.                    

Cada maestrillo con su tema.

Casamiento y mortaja, mala es de guardar.

Con agua pasada, del cielo bajan.

No mandes a quien mandó que algo queda.                    

La desgracia: ni sirvas a quien sirvió.


Con pan y vino, todos calvos.                         

Consejos vendo y dos no riñen.                    

Cría buena fama y agua lleva.                         

Cría cuervos y salta la liebre.

Cuando el río suena, se anda el camino.

Donde menos se piensa, te sacarán los ojos.

Cuando uno no quiere, échate a dormir.

De la panza que cien años dure …

No hay mal: sale la danza.

De aquí a cien años, para mí no tengo.


SOLUCIÓN


(**) Es el sofisma porque contraviene la ley nº 7: De dos premisas particulares no se sigue conclusión válida.


     En (*) lo redondo es general (comprende lo circular y lo esférico) y la rueda de un coche es particular (es uno de los muchos ejemplos de ruedas que hay).


     En (**) lo esférico es particular (es un caso de cosa redonda) y la rueda de un coche, como antes, también es particular.


     Así pues, en (**) las dos premisas son particulares, mientras que en (*) la mayor es general y la menor, particular.


     Con (**) no llegamos, pues, a una conclusión válida.


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