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LIMONERO

Cuidado con la METÁTESIS


No, no es un error. No he querido decir metástasis, que ya tiene todo el mundo bastante cuidado con ella. Todo el mundo menos los fumadores, como se demuestra fácilmente.


La metátesis consiste en cambiar de lugar algún sonido en un vocablo, o de sustituir uno por otro. Es urgente su clasificación, y a ello voy.


- Metátesis de vulgarismo:

     Metereología, en vez de

     Meteorología.

A mí me pasaba, hasta que caí en la cuenta de que se trataba de meteoros.

     

     Celebro, en vez de

     Cerebro.

La señora de la limpieza que solía hacer mi despacho me tropezó una tarde ya muy avanzada la hora, abajo, en el laboratorio, frente al ordenador: “Señor Peña, cualquier día de estos le van a poner a usted un celebro de estos, me dijo apuntando  al ordenador, para que lleve toda la fábrica.”


Quevedo, en el Discurso de su Sueño del infierno, cuenta que llegó a él con la mayor prisa que se ha visto, un hombre alto y flaco que, sin dejarle descansar le dijo: Hermano, dejaldo todo presto, luego, que os aguardan los muertos que no pueden venir acá … Enfadome la prisa del diablo del muerto, que no vi hombre más súpito.


Naturalmente, tal hombre era un muerto, el mismo que luego adjetiva como “el diablo del muerto”. Quevedo nos prepara para el final en que enfatiza lo súpito que era, al apuntarnos con la mayor prisa y, presto, luego.


Pero lo que me interesa señalar ahora es lo de “dejaldo”, puesto en boca del vulgar hombre muerto y endiablado, en vez de dejadlo.


- Metátesis de extranjeros:

     Algeria, en vez de

Argelia.

En español hemos hecho metátesis de la raíz original que conserva tanto el inglés como el francés.


     Crocodilo, en vez de

     Cocodrilo.

No hay sino recordar la letra del famoso rock que reza: See you later, alligator / In a while, crocodile


- Metátesis cateta:

     Cocreta, en vez de

     Croqueta.

Conocí una señora que había instalado en su cuarto de baño calefacción de “inflarrojos” (parece que era muy de derechas).


Tuve una patrona, excelente costurera, que decía que los animales tienen su “distinto”. Debía querer significar que con su instinto distinguen bien lo que necesitan.


- Metátesis de plumilla presunto filólogo:

     Cotología, en vez de

     Cocotología.

A esta metátesis se la llama haplología, y al plumilla ese, enterao, porque no sabe que a un plumilla moderno se le exige que alargue las palabras.


La palabra aquella, la cocotología, es para llamar a las pajaritas que hacía Don Miguel de Unamuno, que es cosa que después se ha llamado Papiroflexia, pero que, con la globalización todos conocemos ya como Origami, igual que dicen los japoneses.


De hecho, los zaragozanos, que son tan autóctonos ellos, ya han fundado en Zaragoza su museo con la O de Origami. Su nombre, EMOZ: Escuela Museo Origami Zaragoza.


Convendría añadir que Unamuno, además de profesor de griego en Salamanca era inventor de palabras, y que su invento cocotológico, no teniendo nada que ver con la olla francesa, sí pudiera recordarle la reduplicación en los verbos griegos.


Por cierto, igual que el aumento en dichos verbos, que es una característica de pasado: del pasado español era decir arradio o amoto, con a y no ε, de aumento.


Y dudo si la ciudad rusa de Ekaterimburgo no se adorna de aumento en E como lo hiciera la Emperatriz Ekaterina que terminó siendo lo que tenía que ser: Catalina. O lo que pasa con Manuel y Enmanuel.


- Metátesis evolutiva:

     Murciégalo, en vez de

     Murciélago.

Aquí, la metátesis opera al revés: Lo correcto antiguamente era Murciégalo y lo correcto hoy es Murciélago. En ambos casos, el ratón (mur –en su genitivo, raíz latina de mus, muris-), está ciego: antiguamente sobraban, en el final, las letras al y modernamente las la.


- Metátesis autóctona:

     Reite, en vez de

     Ríete.

Como se sabe, los baturros son muy autóctonos, muy suyos. A mí, eso de “Reite, maño” me recuerda alguna película de Miguel Ligero o de Paco Martínez Soria. Sin embargo, mirando con lupa, vamos a ver que más que una baturrada, se puede tratar de un cultismo, como se muestra a continuación.


- Metátesis fonético-instrumental.

     En griego hay más verbos irregulares que regulares. Un día estaba yo en la Biblioteca Nacional entreteniéndome en traducir el Anábasis para lo cual me había hecho con el mejor diccionario de griego que encontré. Al rato noto que una chica no me quitaba ojo. Dudé si a mí o al diccionario. Enseguida aclaré la duda porque la chica se me acercó para preguntarme si pensaba dejar pronto el diccionario.


La joven era griega y estaba haciendo su tesis doctoral en la Universidad de Madrid, me dijo.

- Hombre!, tu eres la persona que yo estaba necesitando en este momento porque tengo un aoristo atravesado que no soy capaz de enderezar.

- Para eso no cuente conmigo. Nosotros, en el griego moderno hemos simplificado los verbos, precisamente por lo complicados que eran los antiguos.


Cuando corría el año 2002, un hermoso día de abril, la profesora de Morfología griega, Alicia Esteban Santos

(ver su semblanza en la página 45 DOS de

http://www.caprichos-ingenieros.com/ewExternalFiles/vida.pdf copiando y pegando este enlace en la ventana del navegador)

nos sorprendió con los verbos líquidos y su LI-MO-NE-RO. De pronto pensé que habría de tratarse de un refresco primaveral de la mejor calidad, pero, ¡que va!


Los verbos líquidos vienen en el texto al final de los irregulares porque son bastante diferentes de los demás: son los verbos en -λω, -μω, -νω, -ρω (vean el papel nemotécnico del limonero). Siguiendo con mis apuntes, me fijaré en los verbos en -νω, por ejemplo, ϕαινω (mostrar). Veamos cómo se llega a esta su forma:

El tema ϕαν da lugar a

ϕαν-y-ω

La i consonántica, nuestra i griega o y, es decir, la yod griega, salta a situarse entre la α y la ν, y se vocaliza, produciendo ϕαyν-ω  que da lugar a ϕαiνω.


Algo semejante ocurre con el adjetivo de tres terminaciones μελας, μελαινα, μελαν (el negro, la negra, lo negro).

El tema puro es el neutro. A partir de él se produce la evolución al femenino con la consonante y como instrumento vocalizado y trasladado a su nuevo sitio entre la α y la ν: μελαν-y-α, que da lugar a μελαινα.

Así que, reite, maño!


- Metátesis falsa o seudometátesis:

     Como se ha visto, esta figura más o menos retórica da para reírse, para investigar y, hasta para llegar a la confusión. He reservado la última para apuntar lo confundienda que puede resultar.


Al hablar antes del Murciélago se vio el papel jugado por la pareja de letras al y la, justamente las mismas que componen las palabras geográficas altitud y latitud.


Aquí todo el mundo engaña, y no sólo el cerebro (Profesor Rubia). También la Geografía. Miren si no a la Baja Sajonia que la estás viendo situada allá en lo más alto del mapa de Alemania, lindando con el Mar del Norte, mientras que la Alta Sajonia está más baja en el mismo mapa, pero se llama alta. Luego te explican que eres tú mismo quien se engaña, igual que cuando te cuentan lo del engaño de las preferentes. Es que la Baja Sajonia tiene latitud más alta pero altitud más baja, y a la Alta Sajonia le pasa lo contrario.