* Otro: He oído hablar de la posible aplicación del CO2 secuestrado de los escapes de los automóviles, en las llamadas bebidas carbónicas. No resultará que ese CO2 terminará en la atmósfera después de los descorches y los eructos? Porque al menos el CO2 actual de esas bebidas debe proceder del aire, supongo. ¿Es que es imposible disociar el C del CO2 para usarlo en tantas aplicaciones de la nanotecnología? ¿Se está haciendo algo al respecto, si ello es posible?


* Hablando de escapes. No se habla nada de los “escapes” de los aviones. ¿Son o no nocivos? ¿Cuánto, si se los compara con los de los automóviles terrestres, y qué suponen a nivel planetario unos y otros?


* Los residuos radiactivos. Supongamos que su custodia es segura: tanto como lo que es humanamente posible. Hoy se admite en los medios de la sostenibilidad medioambiental que el consumo de fuentes no renovables ha de hacerse sólo al ritmo del equivalente en generación renovable o, en su defecto, de inversión en investigación y desarrollo sobre nuevos recursos asimismo renovables. ¿Qué se está haciendo con aquellos residuos que, todo el mundo piensa, por ser radiactivos deben tener aún un importante potencial energético? Yo me los imagino como las escombreras de algunas minas en las que aún se puede escarbar, no con las técnicas que las produjeron, sino con otras bien distintas, más modernas y más eficientes.


* Creo que los transgénicos requieren una pedagogía seria porque hay mucha demagogia por un lado, y poca transparencia por otro. Por cierto, qué hay de la investigación que parece se llevaba a cabo en la ETSI Agrónomos a propósito de transgenizar semillas de arroz para hacerlas viables en aguas salobres?


* Hay quien dice que no hay que preocuparse si no llueve porque la mayor parte del agua dulce disponible está en el subsuelo. Parece que es cierto, pero tan cierto como que usar de esa disponibilidad equivale a comernos el capital en vez de vivir de las rentas. Un poco de hidrogeología pedagógica no vendría mal a esta sociedad tan despilfarradora.


* Nos lamentamos del consumo, que se nos acaba, de combustibles fósiles, pero ningún técnico nos dice cual sea el porvenir de los plásticos cuando se agote esa su fuente.

Porque la energía latente en los combustibles fósiles se puede sustituir por otras formas de energía renovable, pero qué va a pasar con los plásticos que sustentan nuestras vidas? ¿Habrá que confiar en la nanotecnología y la energía de fusión? ¿Y cual es el futuro del asfalto?


Es posible que todas las anteriores preguntas, o al menos alguna de ellas, ya hayan sido respondidas alguna vez, y de alguna manera, desde algún sitio (un periódico, un libro, una revista, una tesis, alguna institución, una conferencia, un congreso, una universidad, un francotirador científico, un alternativo, etc. etc.), pero sigue faltando la voz que pueda responderlas desde la Ingeniería, desde un sitio que cumpla, al menos, con las seis condiciones que enumeraba antes: Que pudiera ofrecer una especie de Capítulo de las FAQ que seguro rondan por la cabeza de las gentes.

Pero no simplemente para pontificar sobre ellas. Es preciso, además, saber desmentir, argumentar, orientar, contradecir, explicar, actualizar, es decir, hacer con seriedad todo lo que se echa en falta en la mayoría de los foros que se frecuentan en Internet.

Y además, con explicaciones a dos niveles: el de divulgación para el público en general, y el técnico para los ingenieros, que sólo en España somos más de 100.000.


     He dicho antes que la sociedad echa de menos informaciones solventes. Pero seguramente he exagerado. La gente está anestesiada por la propaganda y no tiene curiosidad por ir al fondo de las cuestiones. Por eso me remito a lo que antes apuntaba al hablar de la educación y la formación. Hay que educar a niños y formar a jóvenes en el ejercicio de la curiosidad: de ello se derivará un afán creativo que vendrá muy bien cuando hayamos conseguido un mundo más desmaterializado. Y servirá, además, para que los responsables de la sociedad se sientan vigilados por unos ciudadanos que no se conforman con cualquier respuesta que se les dé.

     Y no sólo eso. Tanto la educación como la formación han de estimular el espíritu emprendedor que tan necesario va a ser cuando nos hallemos en el Nuevo Paradigma económico-social en el que habrá que aventurar mucho, derrochando imaginación.


Un país como el nuestro, que no sé si sigue siendo el 7º, 8º, décimo o cuál en el ranking mundial, debe preparase, como los que le preceden en la lista, para un desarrollo en el sector industrial, de puro mantenimiento, de la misma manera que los últimos de la relación deberán aplicarse a crecer en infraestructuras hasta dar a sus ciudadanos el soporte material imprescindible del que hoy carecen, pero no más.

Cuando hablo de mantenimiento puro pienso en la situación del nuevo paradigma de un verdadero desarrollo estable, que incluye la generación de productos de fiabilidad optimizada. Es decir, no vale producir automóviles de pacotilla sofisticada que duren cuatro años para chatarrearlos a continuación, reproducirlos y, mediante esa reproducción mantener empleada a la gente. Eso, sí sería un atentado contra el medio ambiente sabiendo, como sabemos, que somos capaces de hacer automóviles de gran MTBF.

Esto no está reñido con que se pueda mantener un cierto progreso, también material, cuando esté justificado y siempre que no se desborde la huella ecológica. Hay que erradicar costumbres despilfarradoras.

Hoy los teléfonos móviles tienen muchas y muy sofisticadas prestaciones que en la mayoría de los casos no son de utilidad para los usuarios. Pero como lo que interesa es vender (consumir) se venden cosas que no hacen falta. Habrá que racionalizar las producciones de manera que cada usuario pueda acceder a lo que necesita; con ello se facilitará que la creatividad, la inventiva y el avance de la ciencia no se detengan pero con las consecuencias óptimas para cada nivel de uso, y siempre de acuerdo con no desbordar los límites ecológicos. A mi me produce desazón la contemplación de algunas fotografías que muestran montañas ingentes de chatarra hechas de móviles, esos aparatos que encierran dentro de sí tanta ciencia, tanta técnica, tanta materia singular y tanta utilidad para la gente.


El crecimiento exponencial de las esloras de los barcos o de las alturas de los rascacielos (sólo por poner dos ejemplos) no parece que sea la respuesta a la señal que nos da nuestro planeta de que hemos traspasado sus límites, tanto en fuentes como en sumideros.


Ese crecimiento exponencial, se dice, es necesario para que también exponencialmente crezcan el PIB y el consiguiente consumo, de manera que creciendo a una tasa del 3 % anual se pueda crear empleo. Lo que no se dice, claro está, es que los desperdicios generados también crecen exponencialmente. Conviene recordar que con esa tasa t = 3 % el consumo y las basuras derivadas se duplican, de forma acumulada, cada n = 23 años:










Es decir, en el año 2009 hemos generado, al menos, el doble de basura que en el año 1986 y, de seguir así, en el año 2032 produciremos el doble que en éste. Así expresado el hecho, no parece preocupante; induce más bien a pensar en un fenómeno de desarrollo lineal. Sin embargo, el lector curioso ya habrá dibujado el correspondiente gráfico no lineal para asombrarse de lo escalofriante que es el crecimiento exponencial. ¿Será verdad lo de la isla franco-plástica del Pacífico?

Lo que sí es verdad es que los Gestores de Residuos de nuestras Comunidades Autónomas están preocupadísimos porque los vertederos que gestionan se les están quedando pequeños continuamente, con la dificultad añadida de no encontrar lugares en sus propias Comunidades para implantar otros nuevos.


A fin de resolver tan grave problema, dichos gestores se han planteado un pintoresco objetivo en su gestión: ¡Que les manden menos residuos!¡Como si estuviera en sus manos poderlo cumplir! Quien tiene que plantearse ese objetivo, en forma de rebajar el consumo, es la Sociedad!


En la misma línea, esta vez en lo tocante al papel, piden aquellos Gestores que se elimine la propaganda indeseada. Sólo les falta añadir que lo que tiene que hacer la Sociedad es reaccionar contra la propaganda indeseable que nos abruma. Eso sí que pondría a salvo a la desvalijada Amazonia!




Estás en: INGENIERÍA Y LÍMITES AL CRECIMIENTO

QUIÉN hay detrás

QUÉ hay detrás

INICIO

                                                                                                            Pgs.  1    2    3    4    5    6    7   


ANTERIOR                                                                                                                   SIGUIENTE


PAG. 3 / 7