CEDRO

(el extraordinario árbol insignia de la República de Líbano)

Acabo de leer las Memorias de Durán Lleida, y de escribirlas, según mi costumbre. Al intentar averiguar si eran una traducción del catalán o eran su versión original en español, aterricé en la página de la editorial donde se cuenta todo lo relativo a la edición. Es la primera que se muestra en todos los libros y que nadie lee porque es raro que a alguien le interese saber qué ISBN tiene el libro que se trae entre manos.

En esta ocasión, sin embargo, sí me he enfrascado en ella, un poco por curiosidad y otro poco por aprender cultura. Y me encuentro con su primero y amenazante párrafo que copio íntegro, para aviso de navegantes:

No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su incorporación a un servicio informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea éste electrónico, mecánico, por fotocopia, por grabación u otros medios sin el permiso previo y por escrito del editor. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (art. 270 y siguientes del Código Penal).

Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra. Puede contactar con CEDRO …

Me echo las manos a la cabeza convencido de que soy un delincuente compulsivo desde hace 13 años. Me explico: Desde que edito mi sitio web tengo entre sus contenidos uno que llamo “Libros leídos”. Naturalmente, son libros que detallo con noticia de título, autor y editor. Consiste el tal contenido en comentar, criticar, relacionar, etc. lo que leo, según mi propia opinión, saber y entender. Para dejar claro a qué me refiero cada vez, copio textualmente el párrafo en cuestión para que no quepa duda de que estoy tratando del original.

Cuando he tenido ocasión he mandado al autor mi escrito antes de subirlo a Internet, y puedo decir que siempre he tenido la más amable acogida por su parte. Ya se pueden imaginar que no ha sido ése el caso cuando he escrito LA GATOMAQUIA, de Lope de Vega.

De todas maneras y, por si acaso, me pongo en contacto con Cedro. Me recibe al teléfono un hombre muy amable al que cuento mi problema  tal como lo acabo de describir, pero añadiendo

-¿Conoce usted a Juan Mollá?

-Claro, fue fundador y presidente de CEDRO.

-Se lo digo porque es amigo mío. Le admiro como poeta. Como tal lo presenté en mi tertulia de poesía “Arco poético” en 2003. Aquella presentación, plagada de estrofas literalmente extraídas de sus poemarios constituye otra aportación a mi otra sección  que llamo “Poesía”, en mi sitio Web, cuando la actualice a final de año.

-¿Es usted socio de Cedro?

-No.

-Bueno, ¿ha entrado usted en nuestra Web?

-Sí, pero no encuentro solución a mi problema.

-Verá, ábrala. Pinche en DERECHOS / LÍMITES Y EXCEPCIONES. Ahí encontrará lo que necesita.

Copio a continuación lo que allí veo de mi interés:

REPRODUCCIÓN SIN AUTORIZACIÓN:

Las obras ya divulgadas podrán reproducirse sin la autorización del autor en los siguientes casos:

La reproducción realizada, en cualquier soporte, sin asistencia de terceros, de obras ya divulgadas, cuando concurran simultáneamente las siguientes circunstancias, constitutivas del límite legal de copia privada:

-Que se lleve a cabo por una persona física exclusivamente para su uso privado, no profesional ni empresarial, y sin fines directa ni indirectamente comerciales.

-Que la reproducción se realice a partir de obras a las que haya accedido legalmente desde una fuente lícita.

-Que la copia obtenida no sea objeto de una utilización colectiva ni lucrativa, ni de distribución mediante precio.