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AMOR


Título: ARS AMANDI (El arte de amar)

Autor: Publio Ovidio Nasón (no confundir con el académico Luis Mª Ansón). 43 aC / 18 dC : 61 años.


http://biblio3.url.edu.gt/Libros/2011/el_Arteama.pdf


https://ebuah.uah.es/dspace/bitstream/handle/10017/10869/ovidio_banos_PAROLE_1989.pdf?sequence=1



Voy a intentar compaginar en mis comentarios las dos versiones digitales que he encontrado en Internet dadas las ventajas y los inconvenientes vistos en ambas transcripciones. Las dos son muy valiosas en su fondo pero tienen ciertas limitaciones en su forma: por defecto o por exceso.


La obra original es breve aunque está repartida en tres libros: En los dos primeros  da consejos  amatorios a los jóvenes y en el tercero, a las mujeres; con esto último demuestra ser un progresista; no sé si por ello Augusto lo mandó a Rumanía para que terminara sus días sin molestar en Roma.


Se ve enseguida que Ovidio no tiene abuela porque empieza por aplicarse a sí mismo el incienso. Con todo merecimiento, porque su obra original, en verso latino, nos llega ahora en una prosa rica y elegante, en español.

Venus me ha escogido por el confidente de su tierno hijo … pero es niño, y apto por su corta edad para ser guiado.


Si alguien en la ciudad de Roma ignora el arte de amar, lea mis páginas, y ame instruido por sus versos.

Naturalmente, el tierno hijo es Cupido, que da pie a Ovidio para ejercitarse en la poética didáctica.

Ante todo procura encontrar a quien pretendas amar, tú que acudes ahora por vez primera cual soldado a una nueva milicia. La tarea siguiente a ésta ha de ser conseguir a la joven que te agrada. En tercer lugar, que el amor perdure largo tiempo.

Las tres fases de la contienda, perfectamente delimitadas. La última, sin embargo, muy endeble. En todo el libro no se nota que exista tal preocupación  por lo perdurable. Se aprecia, más bien, el deseo de cobrar mediante el placer, una felicidad eternamente momentánea.


Recuerda al diálogo de mi amigo con su amada a la que decía:

¡Qué a gusto me pasaría contigo ahora mismo una horita bien guapa!

Y ella: ¿Y qué harías en los otros 59 minutos?


En esta ocasión voy a emplear un nuevo artificio. He creado un amigo de nombre GALJ que utilizaré como percha para colgar en él experiencias de primera, segunda y aún tercera mano. Él tenía muy clara, ya en su primera juventud, la resolución de encontrar su chica en el ambiente en que ellas fueran de familia adinerada.


Lo que sí está claro, es que en toda su obra, Ovidio se refiere al amor heterosexual, a sabiendas de que el que se da entre mancebos es moneda corriente  en Roma. Aconseja a los Jóvenes romanos que, para granjearse el favor de las chicas, atiendan a esto:

… No lleves largas las uñas, que han de estar siempre limpias, ni menos asomen los pelos por las ventanas de tu nariz, ni te huela mal la boca, recordando el fétido olor del macho cabrío. Lo demás resérvalo a las muchachas que quieren agradar y para esos mozos que con horror de su sexo se entregan a un varón.